¿Por qué las adicciones son enfermedades crónicas? Entendiendo la dependencia

Durante mucho tiempo, las adicciones fueron vistas como un problema de falta de voluntad o un “mal hábito” que la persona podía dejar simplemente si se lo proponía. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esta visión es equivocada. Hoy se sabe que la adicción a las drogas y al alcohol es una enfermedad crónica del cerebro, con características muy similares a otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión.

En Villa Pacífica te contaremos por qué las adicciones son consideradas enfermedades crónicas, qué significa realmente la dependencia, cuáles son los mecanismos que la sostienen y qué alternativas existen para tratarla. Además, veremos cómo en centros especializados como Villa Pacífica se ofrece un enfoque integral para que los pacientes logren una recuperación duradera.

¿Qué significa que una adicción sea una enfermedad crónica?

El término enfermedad crónica se refiere a una condición médica que se mantiene en el tiempo, tiende a progresar si no se trata y requiere cuidados continuos. En el caso de las adicciones, estas cumplen con todos esos criterios:

·   Es de larga duración: una vez que la adicción se establece, no desaparece por sí sola. Incluso después de la abstinencia, el riesgo de recaída permanece.

·   Es progresiva: sin tratamiento, la dependencia suele intensificarse, afectando cada vez más áreas de la vida del individuo.

·   Es recurrente: los episodios de recaída son frecuentes, lo que no significa fracaso, sino que forman parte del curso de la enfermedad.

·   Afecta al cerebro y al comportamiento: modifica los circuitos neuronales relacionados con la motivación, el placer, la memoria y el autocontrol.

Por eso, decir que la adicción es una enfermedad crónica no es un estigma, sino una forma de entenderla correctamente para darle el tratamiento adecuado.

El papel del cerebro en la adicción

Las adicciones alteran de manera profunda el funcionamiento del cerebro, especialmente en el sistema de recompensa. Este sistema utiliza neurotransmisores como la dopamina, encargada de generar sensaciones de placer y motivación.

Cuando una persona consume drogas o alcohol, los niveles de dopamina se disparan de forma artificial, creando una sensación intensa de euforia. Con el tiempo, el cerebro se adapta a estas descargas y reduce su producción natural de dopamina, lo que genera:

·   Tolerancia: necesidad de consumir más cantidad para lograr el mismo efecto.

·   Dependencia: dificultad para funcionar sin la sustancia.

·   Síndrome de abstinencia: malestar físico y emocional al suspender el consumo.

Este proceso demuestra que la adicción no es una cuestión de “falta de carácter”, sino una enfermedad neurobiológica que requiere intervención profesional.

Adicción y dependencia: ¿son lo mismo?

Aunque suelen usarse como sinónimos, existen diferencias importantes entre adicción y dependencia:

·   Dependencia física: se da cuando el organismo se adapta a la sustancia y necesita mantener cierto nivel de consumo para evitar síntomas de abstinencia.

·   Dependencia psicológica: es el deseo intenso de consumir para sentirse bien o evitar el malestar.

·   Adicción: engloba ambas formas de dependencia, junto con cambios de comportamiento y pérdida de control sobre el consumo.

Comprender estas diferencias ayuda a dimensionar que la adicción es una enfermedad compleja que afecta tanto al cuerpo como a la mente.

Factores que convierten a las adicciones en enfermedades crónicas

Existen varios factores que explican por qué las adicciones son crónicas y difíciles de superar sin ayuda:

·   Cambios permanentes en el cerebro: el consumo prolongado altera la estructura cerebral, afectando la memoria, la toma de decisiones y el control de impulsos.

·   Genética y predisposición: estudios muestran que hasta el 50% del riesgo de desarrollar adicciones está relacionado con factores hereditarios.

·   Entorno y experiencias: situaciones de estrés, traumas o ambientes donde el consumo es frecuente favorecen la dependencia.

·   Comorbilidad psiquiátrica: muchas personas con depresión, ansiedad o trastorno bipolar desarrollan adicciones como una forma de “automedicación”.

·   Alta tasa de recaídas: la adicción comparte con otras enfermedades crónicas, como la diabetes, la característica de recaídas que requieren ajustes en el tratamiento.

Consecuencias de la adicción no tratada

Cuando no se trata de manera adecuada, la dependencia al alcohol y las drogas genera consecuencias graves:

·   Deterioro físico: daños en el hígado, corazón, sistema nervioso y sistema inmunológico.

·   Problemas de salud mental: incremento de la ansiedad, depresión y riesgo de suicidio.

·   Afectación social y familiar: rupturas de pareja, conflictos familiares y aislamiento.

·   Problemas laborales y económicos: ausentismo, bajo rendimiento y desempleo.

·   Riesgo legal: conductas impulsivas que pueden derivar en accidentes o delitos.

Todo esto refuerza la necesidad de tratar la adicción como una enfermedad crónica que requiere atención médica, psicológica y social.

Tratamientos para una enfermedad crónica como la adicción

El abordaje de la dependencia a las drogas y al alcohol debe ser integral y a largo plazo. Los tratamientos más efectivos incluyen:

·   Desintoxicación supervisada: proceso médico controlado para eliminar la sustancia del organismo de manera segura.

·   Terapias psicológicas: enfoques como la terapia cognitivo-conductual ayudan a modificar patrones de pensamiento y conducta.

·   Atención psiquiátrica: en casos de trastornos duales, se requiere medicación para estabilizar la salud mental.

·   Terapia familiar: involucra a los seres queridos en el proceso de recuperación.

·   Grupos de apoyo: compartir experiencias fortalece la motivación y el sentido de pertenencia.

·   Rehabilitación residencial: espacios como Villa Pacífica ofrecen un entorno seguro, terapias personalizadas y acompañamiento constante para consolidar la recuperación.

Villa Pacífica: un espacio para comprender y superar la adicción

Entender que las adicciones son enfermedades crónicas permite romper con prejuicios y asumir la necesidad de ayuda profesional. En Villa Pacífica, los pacientes reciben atención integral que combina desintoxicación, psicoterapia, intervención psiquiátrica y programas de reinserción social.

El enfoque de este centro no se limita a la abstinencia, sino que busca transformar la vida del paciente, brindándole herramientas para prevenir recaídas y construir un futuro estable y saludable.

Las adicciones son mucho más que un mal hábito: son enfermedades crónicas que afectan al cerebro, al cuerpo y a la vida social de quien las padece. La dependencia se desarrolla por cambios neurobiológicos, factores genéticos y ambientales que hacen que la recuperación sea un proceso complejo y prolongado.

Por ello, el tratamiento no debe centrarse solo en dejar de consumir, sino en abordar la raíz del problema, ofrecer acompañamiento constante y garantizar estrategias de prevención de recaídas.

Centros especializados como Villa Pacífica representan una oportunidad para quienes buscan comprender su enfermedad y superarla de manera integral. Con la atención adecuada, es posible dejar atrás la dependencia y recuperar una vida plena, libre y saludable.

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